La cosecha siempre parece escasa y abundante a la vez. Es raro, después de las horas echadas en el huerto, de los calores y el porrón de litros de agua que se ha bebido la tierra, después de luchar contra babosas, pulgones, mosca blanca, el sol de injusticia que nos ha hecho, parece que la recompensa podría ser más alta. Nos retamos, como cada año, a mejorar lo hecho en esta temporada, a aprender de nuestros errores y olvidos. Sin embargo, visto lo visto y comido lo comido, no dejo de sorprenderme de la abundancia que nos regala cada año la tierra. A pesar de los males de nuestra era, a veces mejor o a veces peor, ahí sigue la tierra cada año dando fruto.
Es tiempo de cosecha, y vuelta a empezar.
26 de julio de 2009
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